Para muchos, el día de su boda es el más importantes de sus vidas, y por eso buscan siempre que todo el enlace sea perfecto. Celebrar una boda no es precisamente sencillo, porque se suele hacer una gran fiesta invitando a todos nuestros amigos y familiares, y nos podemos encontrar con una celebración de cientos de personas a las que hay que dar de comer, de beber y sorprender con todo el lujo y la originalidad de un buen enlace. Es algo que se prepara con mucho tiempo, y por supuesto, también se organiza de una manera pormenorizada, para que cada detalle esté perfecto y no se nos olvide nada. Algunos recurren a una wedding planner, que suele encargarse de organizar todo el evento, pero muchos prefieren hacerlo por su propia cuenta.
Y es que la preparación puede ser algo caótica y estresante, pero es también una forma de conectar más con la propia celebración en sí, además de ser una fórmula más asequible. Si lo llevamos a cabo nosotros mismos, la preparación de la boda será aún más especial, puesto que al fin y al cabo todo estará exactamente a nuestro gusto, al habernos involucrado por completo en todo lo que tiene que ver con montar el enlace y prepararlo. En este artículo te vamos a dar algunos consejos para que esa preparación no sea demasiado estresante y puedas llevarla a cabo de la manera más eficaz posible, como parte de ese viaje hacia la relación más importante de tu vida.
Lista de invitados
Es una de las partes principales de la preparación porque directamente, sin invitados no habrá fiesta, así que debemos poner nuestros cinco sentidos en preparar la mejor lista de invitados que podamos. No habrá una sola lista, sino que iremos creando varios borradores a lo largo de todo el tiempo, para ir añadiendo o quitando a personas. Al principio nos pasaremos de largo, y luego tendremos que ir eliminando a algunos de los menos cercanos, para poder tener una celebración grande pero no excesiva. Cada cual tiene su preferencia a la hora de invitar a la gente a sus enlaces, pero está claro que habrá compromisos familiares ineludibles. Más allá de eso, la decisión es toda nuestra. Lo difícil no es hacer la lista, sino encajar a todos en diferentes mesas para el momento del convite, un verdadero quebradero de cabeza en muchas ocasiones.
La decoración de boda
No hace falta que la boda sea temática, pero siempre debe tener una decoración determinada, sea más sobria o más extravagante. Eso ya dependerá de nuestro propio estilo y de lo que busquemos. Las flores suelen ser siempre una buena opción, así que elegiremos, por ejemplo, cuáles poner en los centros de mesa. También es importante elegir un tono de color sobre el que se base el resto de la decoración, como los manteles o incluso las cortinas. Podremos pedir al lugar donde se realice el convite que incluya cuadros, muebles antiguos y otros elementos de decoración para darle un toque diferente a la boda. Últimamente se lleva mucho eso de colocar una zona especial donde haya una bicicleta, un cesto de flores o incluso una motocicleta, para que la gente se saque fotos en ese rincón tan chic.
El catering de boda
La celebración del convite de bodas es lo que más suele estresar a los novios, porque ya están casados oficialmente y parece que lo más importante ha pasado, pero el hecho de que tengan luego esa comida, tratando de satisfacer a doscientas o trescientas personas con un mismo menú, suele ser uno de los miedos más comunes en estos días. Por eso el catering de la boda es también uno de los elementos imprescindibles en la preparación del enlace. Probaremos distintas opciones y buscaremos un catering que también pueda adaptarse a las necesidades específicas de los comensales, como alergias o intolerancias alimenticias. Al final, los que menos disfrutan de la comida son los novios, pero es algo que se hace más para la gente y los invitados, así que lo importante es intentar que todos queden complacidos al final de la comida.
El traje de los novios
Otro de esos puntos determinantes para ambos, novio y novia, es el traje de boda. Ellos lo suelen tener más sencillo, porque sus trajes suelen ser del mismo corte, a veces con chaqué, otras más austeros, pero casi siempre negros y azul marino y con poca capacidad para la improvisación, más allá del color de la corbata, por ejemplo. Las chicas, eso sí, tienes miles de posibilidades a su alcance sobre el tipo de vestido que desean, y por eso prueban un montón de opciones antes de quedarse con el que necesitan. Esto se debe hacer meses antes de la boda, y es natural que, para seguir pudiendo utilizar esos trajes, en las últimas semanas los novios tengan que pasar un poco de hambre, si quieren estar estupendos en esos magníficos trajes de boda que se han comprado.
La luna de miel
Aunque el viaje de novios sea ya la última parte de todas las celebraciones, y se lleve a cabo cuando ya todo haya terminado, es cierto que hay que buscarlo con bastante antelación para obtener buenas ofertas. La luna de miel será un viaje perfecto para los recién casados, así que hay que decidir qué tipo de viaje se quiere. Los que buscan simplemente relajarse optan por un crucero, o por marcharse al sur de Asia, por ejemplo, o a la Riviera Maya. Otros, buscando aprovechar para conocer más países, hacen rutas por Europa o se van a Estados Unidos para visitar diferentes ciudades y lugares increíbles. Al final todo dependerá de nuestro presupuesto y de nuestros gustos, como en el resto de los preparativos, solo que este viaje lo vamos a disfrutar solo los novios, sin tener que dar explicaciones a los demás.