Ubicadas en medio del océano Pacífico Sur, entre Hawaii y Nueva Zelanda, las islas Cook se han convertido en uno de los destinos más buscados por los más aventureros, aquellos que quieren conocer hasta el último rincón del planeta, y que sueñan con poder descansar en esas playas paradisiacas de arena fina y aguas cristalinas, sin que la masificación del turismo les haga pensar que están en el Caribe. Este archipiélago tiene cierta independencia tanto económica como de decisión sobre sus propios asuntos, aunque políticamente sigue dependiendo del Gobierno de Nueva Zelanda, territorio al que siempre se ha asociado, para beneficio mutuo. La isla más poblada, donde se encuentra la capital Avarua, es Rarotonga, con cerca de 15.000 habitantes. Es un territorio pequeño que vive de la exportación de perlas y frutas exóticas, y sobre todo, del turismo.
Sin embargo, al contrario que otras islas de la zona, sobre todo en la Polinesia Francesa, las islas Cook han decidido seguir un tipo de turismo más sostenible y mucho menos masificado. De media son unos 100.000 los visitantes que pasan por el territorio a lo largo del año, algo que permite que esta actividad sea la primera en importancia, pero que también ayuda a mantener los ecosistemas tan especiales, sobre todo en las zonas de playa, que siguen contando con ese encanto especial de paraíso perdido y casi virgen, hoy en día imposible de encontrar en cualquier otro lugar del mundo. Estamos en las Antípodas, en el último rincón del planeta, pero si te atreves a llegar hasta aquí la recompensa valdrá muchísimo la pena, porque en estas islas encontrarás una nueva manera de entender la vida, mucho más relajada, donde los olores y los colores importan más que el tiempo.
Alojamientos y gastronomía
Aunque intentan mantener el turismo como una actividad limitada, no te va a costar demasiado encontrar buenos alojamientos, especialmente en Rarotonga, la isla más grande del archipiélago. Los hay para todos los gustos y bolsillos, desde pequeños campings donde podrás colocar tu tienda de campaña, si la traes, hasta hoteles “de lujo” que en realidad tampoco se parecen tanto a esos resorts caribeños que podrías esperar. Encontrar alojamiento cerca de la capital o en la playa suele ser algo más complicado, pero si reservas con antelación seguramente no tengas muchos problemas. Hay villas espectaculares en la playa, dignas de una postal, que son el alojamiento favorito de la mayoría de turistas. Aunque pueden llegar a ser algo caras, si quieres vivir la auténtica sensación de estar en el paraíso nada más despertar, esta alternativa es seguramente la mejor.
En cuanto a la gastronomía, en las islas Cook deben ser muy inventivos con sus platos, ya que al ser un archipiélago bastante alejado de todo, sus importaciones son escasas y deben vivir de lo que tienen. El coco es mucho más que una fruta para ellos, es su emblema, y es imposible encontrar un lugar donde no te agasajen con un poco de leche de coco o algún plato basado en este fruto. También los cítricos son muy populares. El pescado es otra de las grandes fuentes de alimentación de los residentes de islas Cook, ya que es complicado tener ganado u otros cultivos mayores en la isla. La gastronomía es rica aunque no muy variada, y en seguramente tendrás que irte a la capital para encontrar restaurantes que se salgan un poco de lo típico.
Eventos y actividades
Aunque Rarotonga es la isla principal y en la que se llevan a cabo la mayoría de eventos, también hemos de tener muy en cuenta que islas Cook cuenta con otras catorce islas, más grandes o más pequeñas, e igualmente otros tantos islotes, llamados mutus en la legua local. Visitar estos parajes suele ser la principal fuente de actividades de la isla, y se pueden programar viajes tanto por nuestra cuenta, en barcos, o también con agencias y empresas que nos llevarán directamente hasta los lugares más hermosos, en una especie de tour guiado. Recorrer la isla de Rarotonga en coche también puede ser una buena opción, incluso en bicicleta, ya que no es demasiado grande. Uno de los principales atractivos de Islas Cook son sus paisajes, sobre todo sus playas, y disfrutar de ellas es imperativo cuando estamos por aquí, así que hemos de guardar también tiempo para el relax.
Las ciudades son pequeños pueblos, así que no tardaremos mucho en conocerlas, y tal vez podríamos centrar mejor nuestro tiempo en recorrer las demás islas, realizar deportes acuáticos, senderismo, etc… Hay locales donde se puede disfrutar de una experiencia local totalmente inmersiva, con danzas, gastronomía de la zona y música tradicional, eventos que tampoco deberíamos perdernos si queremos conocer más a fondo las tradiciones y la cultura de estas islas. Sus festividades coinciden con las occidentales, aunque hay un par de Gospel Days, uno en invierno (verano para nosotros) y otro en octubre que pueden ser muy interesantes de ver como festivales tradicionales.
Consejos antes de visitarlas
Viajar a las islas Cook es para muchos un sueño casi irrealizable, por la gran cantidad de trabas que nos podemos encontrar en el camino. Por ejemplo, el tema de los vuelos. Solo podemos llegar a las islas en vuelos desde Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos, en la costa Oeste. Los vuelos no son precisamente baratos, ni siquiera desde los países australes, que son los más cercanos. Si viajamos desde aquí, además, hemos de tener en cuenta una peculiaridad muy curiosa de esas islas: están en un día diferente al que hemos pasado. Esto ocurre porque las Cook se sitúan justo en la línea imaginaria que delimita el comienzo de un día u otro. Es decir, que literalmente viajaremos al pasado para llegar a estas islas.
Debemos llevar siempre un buen seguro de viaje, porque las islas no cuentan precisamente con las mejores infraestructuras médicas, y al menos hemos de estar lo mejor preparados posibles. El pasaporte será imprescindible para la mayoría de nacionalidades, y también hemos de cambiar nuestro dinero por el de las islas, los dólares de las islas Cook, monedas realmente curiosas que solo sirven sin embargo para este territorio, y que tendremos que volver a cambiar antes de irnos, guardándonos algunas de recuerdo, eso sí. Buscaremos toda la ruta que vayamos a hacer antes, ya que la conexión a Internet puede no ser la mejor en algunas islas, y prepararemos lo mejor posible el itinerario sabiendo qué transportes hemos de coger y demás.