Las relaciones de pareja no siempre son perfectas y como pasa con todo, habrá momentos en los que la cosa vaya mejor y otros en los que todo parezca complicarse. Si realmente sentimos algo intenso por la persona con la que estamos, seguro que buscaremos la mejor manera de solventar cualquiera problema que pueda surgir y seguir disfrutando de esa compañía y de ese amor. Hay un montón de opciones para lograr que la llama se mantenga viva, aunque una de las más eficaces suele ser apuntarse a clases de baile en pareja, algo que muchos quieren hacer pero por falta de tiempo o de ganas, al final lo dejan pasar.
Bailar en pareja es una buena manera de tender nuevos puentes en nuestra relación de pareja, de seguir conociendo mejor a la persona con la que estamos, de atrevernos a llevar a cabo un reto juntos que nos podrá unir mucho más. Ni que decir tiene que el objetivo es conseguir que la pareja se vaya soltando cada vez más, que recupere esa fuerza sensual que tenía al principio a través del baile, y de manera inconsciente, comprenda que cuando están juntos y se esfuerzan, son capaces de conseguir cualquier cosa y llegar donde haga falta, haciendo un gran equipo. Eso es lo que uno aprende en este tipo de clases, algo que por supuesto, servirá para el resto dela vida.
Mejora la compenetración
Y es que el baile es una actividad divertida pero también complicada de realizar, al menos al principio. Ese es el obstáculo que impide que muchos se lancen a practicarlo, pero será también ese reto lo que nos permita verlo como una oportunidad para mejorar las cosas con nuestra pareja. En el baile es indispensable la compenetración, al igual que en la propia vida de pareja. Saber jugar en equipo con la otra persona, ser capaces de aprender pasos diferentes y conseguir llevar a cabo un baile que al principio parecía imposible, pero que con ganas y esfuerzo hemos logrado solventar, nos dará ese empujón de confianza que necesitamos.
Más contacto y cercanía con tu pareja
Está claro que otra de las necesidades básicas de cualquier pareja es el contacto físico. No es llevar la relación solo a esa parte sexual, sino estar en contacto con la persona a la que queremos para entender sus necesidades, para perder el miedo, para seguir sintiendo que estamos con la persona que nos hace felices y que si podemos ayudarla en cualquier momento, así lo debemos hacer. Hay parejas que con el tiempo dejan de estar tan en contacto, de sentirse tan cercanas, y el baile puede ser la manera perfecta de volver a unirlas y de hacerles sentir que necesitan tocarse más y ser más cercanos.
Cooperación
Es imposible bailar bien en pareja si ambos no ponen de su parte. Realmente, es complicado hacer cualquier cosa en pareja si alguien no está tratando de cooperar, pero es algo que parece olvidarse para muchos cuando están enfrascados en las peleas típicas de pareja un día sí y otro también. La cooperación es indispensable para sacar adelante cualquier proyecto que queramos emprender. Para bailar, sin lugar a dudas, porque los dos deben poner de su parte y esforzarse al máximo para conseguirlo, pero también para el resto de cosas de la vida, desde la convivencia hasta las tareas del hogar. Si uno de los dos fallas, todo se derrumba, y eso es algo que deben entender mientras se baila.
Haréis ejercicio físico juntos
Hasta ahora nos hemos ido centrando en razones meramente psicológicas que afectaban a la situación de la pareja, pero es cierto que el hecho de bailar también nos ayuda físicamente, a estar más en forma, a hacer ejercicio mientras nos divertimos. Y es que podemos estar bailando algo lento, menos intenso, pero con tantas y tantas repeticiones que vamos a hacer, y sin parar de bailar durante el tiempo de las clases, el ejercicio que haremos será al menos necesario para mantenernos en forma. El gimnasio está muy bien, pero lo que supone bailar con tu pareja y hacer ejercicio mientras recuperas la complicidad es otro nivel.
Mejora la complicidad
El baile permite a dos personas congeniar casi de inmediato y crear un vínculo de complicidad que es diferente a todo lo demás. Y es que en el baile, las parejas se entienden con una sola mirada, confían plenamente el uno en el otro porque es la única forma de llevar a cabo el baile en condiciones, y mejora la comunicación a todos los niveles, tanto verbal como no verbal. Esa es una de las grandes ventajas de hacer baile juntos, que la complicidad en la pareja no se quedará solo en la pista, por supuesto, sino que se puede tomar como base para la vida cotidiana.