Hacer rafting en España, uno de esos placeres de la vida que debes probar

17 de enero de 2019
Redactado por Pedro Moreno

España es uno de los países más espectaculares para poder practicar todo tipo de deportes al aire libre. Su gran variedad de paisajes nos permiten coger olas en el País Vasco y poco después, esquiar en algunas de las mejores y más espectaculares pistas de esquí de toda Europa, como Baqueira-Beret o Benasque. También podemos disfrutar del senderismo en rutas por todo el país, escalada en muchos puntos de la península, e incluso del rafting en determinados ríos con mucha corriente.

El rafting es una de esas prácticas de deporte extremo que parece mucho más peligrosa de lo que realmente es. Y es que es cierto que hay que tener cuidado y tomar precauciones cuando nos lancemos con una de estas embarcaciones por los rápidos de un río, pero los sistemas de seguridad hacen que hoy en día, el rafting sea una experiencia muy segura y sobre todo, llena de pura adrenalina. Eso es lo que hace que muchos la prueben y repitan, porque quieren disfrutar de algo diferente, de una emoción distinta, de un deporte realmente extremo.

¿Cómo encontrar a las personas ideales para compartir esta afición?

El rafting es una experiencia que puede disfrutarse solo una vez en la vida, o puede tomarse como algo más común y convertirse en una afición que repetir varias veces al mes. Pero es cierto que normalmente necesitaremos a más compañeros para disfrutar de ella. ¿Dónde encontrarlos? Si pensamos que nuestros amigos no van a estar muy por la labor de lanzarse por los rápidos de un río con estas embarcaciones, tal vez podamos acudir a un club de rafting o deportes extremos en nuestra ciudad. Encontraremos también páginas en Internet y en redes sociales sobre esta afición, donde las personas que la disfrutan pueden conocerse entre sí.

¿Todo el mundo puede hacer rafting o hay que estar en forma?

Como casi cualquier deporte, el rafting se basa mucho en el físico, así que debemos estar al menos un poco en forma. Es cierto que, al haber diferentes tipos de ríos, unos más sencillos que otros, al final cualquiera puede practicar rafting, sobre todo si nos limitamos a aquellos ríos en los que la corriente no es tan intensa y no hay tantos saltos. Tal vez a través de este hobby decidas ponerte más en forma, para poder disfrutar de retos más importantes. Es sobre todo necesario tener buena resistencia y fuerza en los brazos, ya que tendremos que dar buenas paladas.

Todo sobre el equipamiento de rafting

Para practicar rafting hacen falta muchas ganas de pasarlo bien y un cierto amor por la adrenalina, pero también un buen equipamiento. Contaremos, por supuesto, con una balsa neumática, el conocido como raft. Los remos también serán imprescindibles, para poder impulsar y dirigir la balsa durante el descenso. En cuanto a nuestro propio equipamiento, será imprescindible contar al menos con un casco y un chaleco salvavidas, como medias de seguridad. Conviene también llevar traje de neopreno, para ir más cómodos y no mojarnos por completo con el agua. Conviene igualmente llevar una cuerda para agarrarnos en caso de emergencia, kit de herramientas de reparación…

Calentamiento y estiramientos previos

Antes de empezar con el descenso en sí debemos estirar y calentar un poco, porque el rafting, al menos en ríos más complicados, requiere un esfuerzo físico importante que no se puede realizar totalmente en frío. Calentaremos con todo el cuerpo, no solo las manos o las piernas, sino también el cuello, que puede sufrir bastante en un descenso algo más intenso. Haremos los estiramientos preferiblemente ya con el neopreno puesto, para estar más cómodo y que el ejercicio funcione mejor. Este calentamiento nos hará también entrar en calor, nunca mejor dicho, antes de meternos “en el agua”, que usualmente en estos ríos suele estar bastante fría, así que tiene una doble función.

Comienza en ríos en calma y ve subiendo el nivel poco a poco

Lo mejor para cualquier deporte, y también para el rafting, es comenzar poco a poco con una práctica tranquila e ir subiendo el nivel conforme vayamos avanzando y cogiendo más experiencia. Tenemos la suerte de que el rafting se puede practicar también en ríos más tranquilos, con un caudal menos intenso, y gracias a ello podemos practicar todo el tiempo que haga falta para coger experiencia e ir ganando también en confianza antes de entregarnos al más difícil todavía. En esas primeras ocasiones en ríos más intensos, lo mejor es acudir con profesionales o con gente con mucha más experiencia, por si acaso, ya que estos ríos suelen ser más traicioneros y por encima de todo debe estar nuestra seguridad. Eso sí, cuando los domines estarás totalmente enganchado al rafting.