Tres barrios rojos imprescindibles alrededor del mundo

18 de enero de 2023
Redactado por Pedro Moreno
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El turismo se ha convertido en una actividad de ocio muy habitual en nuestros tiempos. Gracias a las compañías low cost y al aumento del nivel de vida en muchos países, cada vez son más las personas que pueden permitirse hacer viajes a sitios soñados. Desde las exclusivas playas del Caribe a los imponentes fiordos noruegos, desde la belleza de París a la intensidad de la diversión en Las Vegas. Existen muchísimos destinos reconocidos en todo el mundo, y otros que están empezando a sobresalir gracias a diferentes cuestiones. Porque atractivos turísticos hay en cada rincón del planeta, ya sea por la cultura, la historia, la gastronomía… Cada ciudad trata de destacar algo que la hace diferente para atraer a turistas de todo el mundo, aunque tengan que inventarse museos extravagantes para conseguirlo. En otros lugares buscan tocar la fibra más instintiva del ser humano, a través del sexo, convirtiéndose en destinos sexuales sin ningún tipo de miramientos. Hay países en los que el trabajo sexual está totalmente legalizado, y de hecho, es uno de los atractivos turísticos más evidentes.

Aunque desde las autoridades nunca se quiera promocionar este tipo de servicios, porque todavía hay mucho debate en torno a ellos, lo cierto es que el reclamo de la prostitución funciona muy bien. Incluso en lugares donde este tipo de negocio no está regularizado, pero se sabe perfectamente que se lleva a cabo. En Las Vegas, por ejemplo, la prostitución está por todas partes, aunque Nevada prohíbe este tipo de servicios en las ciudades más grandes. En otras grandes capitales, mucho más abiertas, el sexo se ha convertido en una parte más de su paisaje, hasta el punto de contar con barrios completos en los que estos servicios se llevan a cabo. Se conocen como barrios rojos, haciendo referencia a los antiguos locales que encendían bombillas de este color para denotar la presencia de prostitutas en su interior. A lo largo y ancho del planeta podemos encontrar diferentes barrios que son muy reconocidos por este tipo de negocios, pero nosotros hemos querido destacar los tres más famosos.  

El lugar donde el sexo es el protagonista

Los barrios rojos no son un fenómeno actual, ni mucho menos. Basta con echar un poco la vista atrás para entender que este tipo de lugares han sido recurrentes en casi todas las culturas y tiempos. De hecho, el trabajo sexual es un oficio casi tan antiguo como las propias ciudades. Era común que las prostitutas se ubicaran en las zonas con mayor movimiento, tanto en grandes plazas como en puertos, ya que allí recibían a muchos visitantes de fuera.

Los barrios pesqueros eran especialmente importantes en la época, y las prostitutas se hacinaban en ellos en busca de clientes. En lugar de estar repartidas por toda la ciudad, las trabajadoras sexuales se mantenían en una zona concreta, lo cual también favorecía a las propias autoridades. Así es como nacieron estos barrios rojos, que han ido evolucionando a lo largo de los años en cada lugar.  

De Wallen en Amsterdam

El Barrio Rojo por antonomasia es De Wallen, en Amsterdam, la zona más antigua de la ciudad holandesa. Y es que ya en el siglo XIV, esta zona era frecuentada por meretrices en busca de clientes con los que tener relaciones sexuales y poder sobrevivir. La Amsterdam de los canales que conocemos hoy en día ya era un importante puerto en la época, y no eran pocos los visitantes que llegaban a esta parte de Países Bajos en busca de fortuna. Las trabajadoras sexuales se han mantenido durante estos siglos como uno de los reclamos más importantes de esa parte de la ciudad, hasta tal punto que hoy por hoy, visitar Amsterdam sin  pasar por el Barrio Rojo es una auténtica locura.

La ciudad holandesa es conocida por su forma abierta de recibir a los turistas. En Holanda la prostitución es legal, así como la marihuana recreativa, así que Amsterdam se ha convertido en una de las ciudades más divertidas del mundo. Actualmente, el Barrio Rojo sigue contando con numerosos prostíbulos que además, tienen ventanas al exterior donde muchas chicas posan semidesnudas para atraer a los clientes. Hay incluso un monumento en una de las plazas más importantes del barrio, dedicado a estas trabajadoras sexuales, marginadas en la mayoría de países del mundo. Visitar De Wallen es una experiencia que no nos podemos perder, aunque luego ni siquiera entremos en ninguno de estos locales.  

Pigalle en París

La capital francesa siempre ha sido una ciudad cosmopolita, bohemia y moderna. De hecho, se dice que es aquí donde nacen los cabarets y los clubes para caballeros, con shows eróticos de señoritas en poca ropa. No es de extrañar que París sea también una ciudad con un gran número de prostitutas, y el que el romanticismo de esta capital europea llega a límites insospechados. Como en cualquier otra gran ciudad del mundo, las prostitutas están repartidas en varias zonas, aunque hay un barrio en concreto donde su número es mayor. Se trata de Pigalle, justo al borde del bohemio barrio de Montmartre, donde podemos encontrar lugares tan míticos como el Moulin Rouge.

La ciudad de París ha crecido muchísimo en estos últimos siglos, pero desde hace más de dos, las prostitutas han encontrado en este barrio su propio hogar. Un lugar en el que se sienten relativamente seguras para trabajar en la calle, y en el que pueden desarrollar sus servicios sin miedo a represalias. Las autoridades han permitido que en esta zona se pase un poco la mano con la ley que prohíbe la prostitución. Y es que estas chicas pueden ser detenidas por ofrecer sus servicios, pero en la mayoría de casos, las fuerzas del orden se quedan solo en una advertencia. Encontramos todo tipo de locales en esta zona que tienen que ver con el sexo, desde los cabarets más morbosos a las tabernas que todavía cuentan con habitaciones para alquilar en su parte superior.  

Patpong en Bangkok

Si hay un país que ha hecho del sexo un reclamo turístico, ese es Tailandia. Esta nación del sur de Asia no ha tenido muchos miramientos en legalizar la prostitución, a sabiendas de que este negocio ya está dando muchos réditos a ciertas redes criminales. Ahora, mientras se intenta controlar la explotación, ciudades como Bangkok se llenan de turistas deseosos de disfrutar de un buen rato con una chica, un chico o un transexual. Y es que en Tailandia son muy conocidos los kathoey, lo más parecido al travestismo y la transexualidad occidental.

La oferta de lugares de sexo en Bangkok es muy amplia, tanto que hay incluso varios barrios rojos. El más conocido es el de Patpong, muy cerca del centro de la ciudad. En este lugar encontraremos diferentes locales como centros de masajes, clubes de caballeros, etc… donde se llevan a cabo servicios sexuales. A veces de forma más velada, y otras con más descaro, ya que es de sobra conocido el carácter sexual de las actividades que se desarrollan en esta zona. Cada año son más los turistas que se acercan a Patpong para tener una experiencia diferente en un país exótico como este, y aunque es cierto que la prostitución se ha ido diversificando por toda la ciudad, al final lo que encontramos en este barrio rojo siempre es más especial.